Cada día descubrimos una nueva barbaridad o imprudencia cometida por los seres humanos y hoy vengo a hablarte de una de estas modas peligrosas: la dieta sin gluten para las personas que ni padecen celiaquía ni intolerancia al trigo ni nada.

En Estados Unidos casi el 30% de la población sana (sin celiaquía) ha dejado de consumir productos que contengan gluten y en Europa esa idea de “mejor sin gluten” también se está extendiendo notablemente en los últimos meses. Esto puede ser más peligroso de lo que se pueda preveer a simple vista. Al eliminar el gluten de sus dietas también eliminan algunos micronutrientes beneficiosos para el organismo y, según un estudio de investigadores de Harvard estas personas aumentan en un 13% sus probabilidades de padecer diabetes tipo 2.

“El estudio apunta que los individuos en observación que hacían una dieta libre de gluten consumían menos productos ricos en fibra procedentes de los cereales y que este es un factor que contribuye a la prevención de la diabetes de tipo 2“, matiza Alicia Aguilar, profesora los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC.

¿Por qué la gente cree que comer sin gluten es más sano?

Esto se debe a la mala lectura de la realidad. La dieta sin gluten se ha mitificado y se cree que mejora la condición física o permite reducir el peso, pero realmente no evidencia científica de esta relación socialmente aceptada cada vez en mayor medida.

Pero entramos más en profundidad podremos deducir que esa concepción de que permite reducir el peso viene dada porque las personas con dieta sin gluten, mayoritariamente con celiaquía, pierden peso. Pero en realidad esa pérdida de peso es por mejorar los hábitos alimenticios eliminando de nuestra cesta de la compra alimentos ultraprocesados y centrándonos en una alimentación más sana y saludable. No obstante, las personas sanas que no padecen de celiaquía podrían llevar una vida saludable, una dieta sana y seguir consumiendo gluten sin tener problemas por ello.

¿Y tú? ¿Sigues dieta sin gluten aun no padeciendo celiaquía?