La celiaquía se va teniendo cada vez más en cuenta y vamos consiguiendo entre todos darle visibilidad y ofrecer información veraz y real a todo el mundo dejando de lado polémicas o modas nutricionales en las que se banaliza la enfermedad.

No debemos olvidar que la celiaquía es una enfermedad y en ese sentido el colectivo de enfermos venimos reclamando muchas cosas desde hace mucho tiempo y ahora puede que se nos empiece a escuchar, aunque sea de lejos y con muchas interferencias.

El nuevo protocolo de detección precoz de la enfermedad celíaca incluirá pruebas avanzadas en aquellos casos en los que las piezas del puzzle no estén completas con la finalidad de evitar errores de diagnóstico con los problemas que eso conlleva a nivel de salud y calidad de vida para el enfermo y a nivel económico para las arcas de la Seguridad Social.

Actualmente se realizan 3 pruebas para diagnosticar una celiaquía: serológica, genética y biopsia intestinal. Pero aun con esas pruebas existen casos en los que no resulta sencillo establecer el diagnóstico y en ese sentido el nuevo protocolo propondrá otras dos pruebas complementarias:

• Linfograma intraepitelial por citometría de flujo.
• Estudio de depósitos de transglutaminasa tisular en la mucosa intestinal.

Así pues solo faltará esperar que los hospitales tomen en cuenta estas recomendaciones del nuevo protocolo para evitar que enfermos de celiaquía queden sin diagnosticar y evitando así una pérdida en su calidad de vida. Además, este pequeño paso reivindica la importancia de la enfermedad celíaca para que sea tomada en cuenta como tal.